El delantero no estará disponible para enfrentar a Central Córdoba.
Durante el segundo tiempo del encuentro de Racing ante Sporting Cristal, Enzo Copetti hizo una seña elocuente con sus dos puños: los clásicos dos movimientos cortitos para indicar que algo se había roto. Instantes después de ese ademán, el delantero condujo el contraataque que terminó en el gol de cabeza de Tomás Chancalay. Completó el partido porque el equipo ya había agotado las variantes, en los últimos minutos estuvo prácticamente estático y generó la lógica preocupación. Es que el goleador de la Academia ya arrastraba dolores desde el partido con Colón, por un choque con Paolo Goltz, y por Copa Libertadores los mismos se agudizaron.
Revelación de la Academia entre los refuerzos que llegaron en el pasado mercado, el atacante de 25 años sintió la dolencia en la zona intercostal donde se venía tocando. La molestia se le profundizó cuando fue a buscar un saque largo y ahí fue cuando hizo el gesto. En principio, desde su entorno, comentaron que podría tratarse de una distensión. Por la mañana de este viernes no se entrenó por estar muy dolorido, el sábado le harían estudios y es prácticamente un hecho que no jugará el domingo contra Central Córdoba en Santiago del Estero. Claro, después se viene San Pablo, el rival más fuerte de la zona copera.
Dependiente de la evolución, Cope podría hasta llegar perderse los próximos tres encuentros: ante Central Córdoba de Santiago del Estero el domingo, el miércoles 5 vs. San Pablo en el Cilindro y contra San Lorenzo por el torneo local. Por lo pronto, pese a las molestias, no hay diagnóstico alguno sobre su molestia, pero fue un llamado de atención que un jugador tan resistente a los golpes, acostumbrado al roce físico por su potencia y fortaleza, haya realizado esa seña con sus manos.
