Los jugadores festejaron el triunfo en el vestuario.
En una nueva noche inolvidable, la Academia se impuso en el Clásico de Avellaneda y demostró quien manda en la ciudad. Racing mereció ganar porque hizo más durante los 90 minutos y terminó encontrando el gol en la última jugada del partido a través de un penal que Copetti convirtió.
Racing salió a jugar con la novedad de que Orban fue lateral izquierdo y Mena volante. De esa manera, por ambas bandas, con un 442 y un gran compromiso de Chancalay, logró contener a los extremos de Independiente y neutralizar el juego de la visita. Cuando pudo instalarse en campo rival, generó las situaciones más claras del partido.
Sin embargo, le costó vulnerar a Independiente y el 0 a 0 se hizo largo. Con el ingreso de Melgarejo, Anibal Moreno, Domínguez e Iván Maggi. En la última jugada del partido, la Academia se avivó y jugó rápido un saque de arco, encontró a Maggi con campo libre y cuando ingresó al área chocó con Barreto y Vigliano cobró penal. Copetti agarró la pelota y en la última jugada marcó el 1 a 0.
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