El ex jugador de la Academia habló del conflicto que tuvo con el entrenador.
Ricardo Centurión dejó una dura confesión acerca de lo que fueron los días posteriores a la muerte de su pareja, Melody Pasini. “Llegué a pensar en terminar con mi vida después de lo que le pasó a mi novia y mi abuela. Me uní con mi vieja y mi hermana porque sino todo se iba al carajo”, aseguró en declaraciones a Presión Alta (TyC Sports). }
El pase le pertenece a Racing, a pesar de que Vélez y Boca lo pretendan, y su regreso podría darse a pesar de los conflictos que tuvo en su último cicló en Avellaneda. “Diego Milito me escribió después de lo que me pasó, pero una cosa no tiene que ver con la otra. Nos debemos una charla adulta, mirándonos a los ojos. Por las vueltas de la vida, quizá tenga que regresar y tenemos que hablar”, expresó.
“Mucha gente de Racing quedó dolida por el gesto que hice de la camiseta de Boca y el lógico que se hayan enojado. Pero como futbolista y como jugador fallé con el episodio del Chacho y el empujón. Viví momentos de alegría, con mis compañeros les dimos un campeonato y jugué en buen nivel… Me arrepiento por todo lo que pasó, pero el 80% quiere que vuelva y los otros serán los que todavía están dolidos. En las redes sociales, los hinchas quieren que regrese“, afirmó.
Además, afirmó que “ser hincha de Boca y ser reconocido en Racing fue un poco la mala suerte que tuve” y que “de Racing a Boca nunca hubiera ido”. Por otro lado, sobre el cruce que tuvo con Coudet, reconoció que la relación entre ellos no venía bien: “El Chacho era de trabajar mucho la pelota parada y en un partido anterior a River yo tenía que ir al toque corto y me olvidé. No me preguntés por qué. Cuando miro para el banco, él estaba gesticulando, me inhibí, me nublé y me había quedado con bronca. Terminó el partido y después se lo dije. En lo otro yo me equivoco en hacerlo afuera de la cancha… Me sorprendió que me haya dejado afuera del 11. Era el tercer cambio y no iba a entrar a solucionar nada porque no pateamos al arco. El Monumental estaba de fiesta y sentía que era la frutilla del postre”.
