Llegó con una extensa trayectoria y experiencia pero no pudo rendir en Racing.
A veces se le quita el valor verdadero que tiene la salud mental de los jugadores a la hora de evaluar sus rendimientos. A la par de la parte física, tener la cabeza en orden es fundamental para acoplarse al ritmo de un equipo y obtener buenos resultados. En las últimas horas un jugador que llegó como una apuesta fuerte para sumar desde la experiencia pero que se fue por la puerta de atrás, habló acerca de su paso por el Club.
Pablo Álvarez fue refuerzo de Racing en el mercado de pases de invierno de 2016, cuando Facundo Sava era entrenador del Club. Con 32 años y una extensa trayectoria, con un paso por el fútbol italiano y varios títulos cosechados, el defensor polifuncional llegó desde Rosario Central, donde había mostrado un muy buen nivel. El equipo se reforzaba para disputar una final con Lanús que perdió sobre la hora por 1 a 0.
“No estábamos pasando un buen momento”, dijo Álvarez sobre sus primeros meses en el Club, en diálogo con Primer Palo. Luego de aquella final perdida, Sava fue despedido y el mando del primer equipo estaba a la deriva y con pocos ánimos dentro del vestuario. “Con Zielinski nos estabilizamos, pero futbolísticamente volvíamos a caer”.
“Después volvimos a decaer y vino Cocca y sacamos buenos resultados”, explicó. “Estuve muy poquito tiempo con él, pero después no me tuvo más en cuenta y me tuve que ir”, agregó sobre su salida de la institución, en libertad de acción, para terminar jugando en Huracán. “Me hubiese gustado jugar mucho más en Racing”, dijo para concluir.