A un año de la Superliga obtenida con Coudet.
Cada 31 de marzo, se recordará e impactará en la retina de los hinchas académicos y académicas el título que Racing logró en la Superliga anterior. Mostrando muy buen fútbol, con un equipo intenso, con una idea clara desde lo futbolístico y los valores bien claros: primero, siempre, Racing.
Racing tuvo un campeonato bárbaro. Si bien en los últimos encuentros el nivel de juego mermó y empató los últimos dos partidos, el rendimiento mostrado fue altísimo y encontró una regularidad muy valorable. 57 puntos (cuatro más que Defensa y Justicia, quien salió segundo en el torneo) en 25 encuentros, lo que nos deja un saldo del 76% de los puntos obtenidos en el campeonato, un número muy considerable. Racing se acostumbró a eso: ganar, ganar y ganar. Además, para terminar la estadística, logró 17 partidos ganados, 6 empatados y tan solo 2 perdidos.
¿La frutilla del postre? La paliza a los vecinos en su casa, por 3-1, con un nivel de Lisandro López superlativo. El equipo allí forjó mucho carácter y se encaminó para lograr el título en las últimas fechas. El lateral de Domingo… la corrida de Licha… Campaña corriéndolo de atrás… y ¡la definición de Zaracho! Para siempre en nuestra memoria.
¡Gracias eternas, campeones! Y a no relajarse que esto sigue…